Marcapasos


Acaban de cumplirse 50 años de la primera implantación de un marcapasos a un ser humano.

El primer marcapasos externo fue diseñado y construido por el ingeniero canadiense John Hopps en 1950. Un aparato externo tosco y doloroso para el paciente. El primer implante en el interior de un cuerpo humano se realizó el 08 de octubre de1958 por un equipo sueco usando un marcapasos diseñado y formado por Rune Elmquist y el doctor Åke Senning. El aparato falló después de 3 horas. Posteriormente se le implantó un segundo marcapasos que duró 2 días. Arne Larsson, el primer paciente con implante de corazón, falleció en 2001 tras haber usado 22 marcapasos distintos a lo largo de su vida.

El marcapasos es un pequeño dispositivo que estimula el corazón mediante impulsos eléctricos imprimiéndole un ritmo regular. Los avances tecnológicos han permitido reducir el tamaño de estos aparatos, disminuir el riesgo de interferencias y aumentar sus funciones, de manera que pueden programarse para satisfacer las necesidades del corazón de cada paciente. Mientras algunos marcapasos se activan cuando la frecuencia cardiaca cae por debajo de cierto nivel, otros se encargan de mantener siempre un mismo ritmo o de adecuar la frecuencia de los estímulos en función del esfuerzo físico que se realice.

La primera revisión tras la implantación del marcapasos se suele realizar a los tres meses de la intervención. Además de comprobar el correcto funcionamiento del dispositivo, es importante saber si durante ese periodo han aparecido síntomas sospechosos, como mareos o palpitaciones, con el fin de modificar o ajustar la programación si fuera necesario.

La implantación de un marcapasos no debe impedir que el paciente realice una vida normal, siempre que siga las indicaciones del especialista. Con un marcapasos es posible realizar actividades diarias normales, como hacer ejercicio moderado, conducir, trabajar, viajar o mantener relaciones sexuales.

Sin embargo, muchos pacientes abandonan sus actividades diarias por temor a que interfieran con el funcionamiento del marcapasos, por ello es importante conocer cómo trabaja el dispositivo, los riesgos de interferencia y las precauciones que deben tomar en situaciones concretas. Uno de los aspectos que más preocupa a los pacientes es la duración del dispositivo, que puede llegar incluso a obsesionar a los enfermos implantados. Los antiguos marcapasos podían durar más de 10 años. Sin embargo, los dispositivos inteligentes consumen más batería al realizar un mayor número de funciones, por lo que conviene cambiarlos cada seis o siete años.

La Guía del Paciente Portador de Marcapasos ha sido elaborada por la Sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología y tiene como objetivo proporcionar a estos pacientes la información que necesitan sobre el funcionamiento de este producto sanitario y sobre cómo puede verse afectada su vida tras la implantación. El indudable interés práctico y sanitario de esta Guía ha llevado al Ministerio de Sanidad y Consumo a realizar su edición y ha venido distribuyéndose a los pacientes durante estos últimos años.