Cinco ejercicios para los "hombres estáticos"


Está comprobado que llevar una vida sedentaria tiene un impacto muy negativo en nuestra salud y a menudo se culpa a la falta de tiempo, al dinero o a la vergüenza de exhibir rollos en público.
Sin embargo, existen varios ejercicios que podemos llevar a cabo y que no dan a lugar a excusas.
Si se repiten con regularidad, pueden ser enormemente beneficiosos para nuestra salud.

1. Sube y baja escaleras cinco veces

No es necesario invertir una hora en hacer ejercicio. Actividades cortas e intensas pueden ser muy beneficiosas.
La gurú de la gimnasia Rosemary Conley sugiere subir y bajar escaleras en casa, en el edificio o en el trabajo.
"Es gratis, es fácil, no tiene por qué llevar tanto tiempo y te deja sin aliento", dice.

2. Hacer la tabla

Échate boca abajo, coloca tus brazos en posición de L, pon las piernas rectas y alinea tu trasero con el resto de tu cuerpo. En ninguna circunstancia dejes que se eleve en el aire por encima del resto del cuerpo.
La plancha, una actividad odiada por muchos, es el mejor ejercicio para mejorar tu fuerza, afirma Elliot Lake, director general de Bootcamp Pilates.
"Aspira a 30 segundos, tres veces a la semana y ya será una ayuda enorme", dice.
Esta actividad comprime músculos profundos que conectan la parte superior e inferior del cuerpo, incluyendo estómago, espalda, caderas y nalgas.
Sus beneficios incluyen alisar el estómago, lograr una mejor postura y mejorar la fortaleza en torno a la espina dorsal.
"Lo ideal es que ejercites hasta un minuto tres veces por semana", añade Lake.

3. Pasa más la aspiradora

"Es un trabajo duro y puedes terminar sudando mucho", dice Conley, quien dirige una sesión de ejercicio cada día a las 20:00 desde su cuenta de Twitter.
"Lavar el auto también es bueno, como lo es hacer jardinería o segar el pasto".
El beneficio, dice Conley, es que estas actividades aumentan el ritmo cardíaco.
Los expertos recomiendan realizar al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad aeróbica moderada a la semana.

4. Escribe el alfabeto con tu pierna

Otro de los métodos de Conley es escribir el alfabeto usando las piernas.
"Siéntate en la mitad frontal de tu sofá, eleva una pierna y escribe el alfabeto en el aire con tu pie, luego hazlo con la otra pierna", dice.
"Es fácil de hacer mientras estás sentado viendo la televisión".

5. Usa una alarma

"Un recordatorio regular para levantarse y caminar puede ser de ayuda", dice Lauren Sherar, profesor de actividad física y salud pública en la Universidad de Loughborough, en Reino Unido.
"Pon una alarma en tu teléfono para levantarte y quedarte parado durante cinco minutos, o ves a caminar durante cinco minutos".
Médicos advierten que sentarse durante mucho tiempo acorta nuestra vida, y que levantarnos regularmente puede mejorar nuestra salud.
"Levantarnos durante cinco minutos cada 30 minutos es un objetivo fácil de conseguir".

Los antiinflamatorios no están exentos de riesgos


Los antiinflamatorios, sobre todo los conocidos como AINE (anti-inlamatorios no esteroideos), son un grupo de fármacos muy utilizados en la práctica clínica habitual por los médicos, aunque es bien conocido su uso y abuso por la población general, que no tiene conciencia de que la toma de estos fármacos por rutina puede conllevar graves consecuencias para la salud.

   Estos fármacos se encuentran entre los que más se consumen en el mundo, sin embargo un uso inadecuado de ellos puede desencadenar desde problemas gástricos a provocar de manera específica complicaciones digestivas, cardiovasculares, renales, hepáticas y hematológicas.

   En conjunto, los AINE ocupan un lugar destacado en las ventas de medicamentos, con más de 40 millones de envases vendidos de media, según los datos de 2009 del Ministerio de Sanidad; siendo los más usados los tradicionales (como el naproxeno, el ibuprofeno o el diclofenaco) y los antiinflamatorios inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa 2 (Cox2); aunque también se encuentran en esta denominación los COXIB y el ácido acetilsalicílico.

   En general podía decirse que se usan para tratar el dolor que cursa con inflamación, aunque la gran variedad de moléculas conlleva que se multipliquen las indicaciones y, del mismo modo, los riesgos. Ninguno está exento de riesgo y los perfiles de riesgo de los pacientes y las diferencias que existen entre AINE obligan a individualizar su uso en función del tipo de patología de base, las características del paciente y la experiencia del médico.

   Con la aparición de los COX2 se pensó que se había conseguido dar con la formulación de una molécula que acabara con algunos de sus efectos adversos, sin embargo la diferencia que se pensaba en un principio era menor de la que luego se ha visto. A la larga se ha visto que los Cox2 tienen efectos adversos parecidos a los tradicionales, que se suponía que provocaban más.

CUIDADO CON LAS INTERACCIONES
   No se trata de demonizar los antiinflamatorios que han aliviado y mejorado la calidad de vida de muchos pacientes en momentos puntuales. Las indicaciones de estos fármacos son múltiples, desde el dolor de origen musculoesquelético o neurológico hasta la dismenorrea, traumatismo y dolor postquirúrgico.

   El problema es que se ha estandarizado su uso lo que ha provocado el abuso de estos fármacos tanto entre los crónicos como en la población general, cuando lo recomendable sería utilizarlos en ciclos cortos y a la dosis más bajas posible, siempre dentro de su rango de eficacia, y bajo prescripción médica, ya que eso aseguraría el control sobre posibles complicaciones.

   Los efectos adversos y la gravedad de los mismo - que pueden ser muy graves - dependerán del tipo de molécula y de la dosis dependiente; además no solo hay que ver los efectos adversos, también hay que tener en cuenta la interacción que tiene con otros medicamentos, la edad del paciente y si tiene ya daños renales o otras patologías.

   Se recomienda que se tomen durante un máximo de 48 o 72 horas, no obstante en algunos casos se puede administrar durante mas tiempo, aunque hay que tratar de no pasar en ningún caso de los 7 días seguidos. De hecho, varios estudios han mostrado que existe un riesgo mayor de complicaciones gástricas, cardiovasculares y renales incluso cuando se usan en tratamientos de corta duración.

   Hay que tener en cuenta que  en ningún caso curan, solo palían la sintomatología, lo que hace que la recomendación debe ser únicamente en procesos agudos y, por tanto, no se deberían tomar si no es preciso. Por otro lado, lo recomendable es que se vendan con receta médica, debería ser obligatorio presentar en la farmacia una receta médica al retirar un antiinflamatorio.

   Como ejemplo de enfermedad donde su uso es habitual podemos señalar la artrosis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones, donde tanto los Cox 2 como los tradicionales son pautados asiduamente. Aquí no estaría indicado tomar antiinflamatorios de forma crónica, primero porque no curan y segundo porque como la toma se da a largo plazo tiene más posibilidades de que se produzca un efecto adverso no deseable.

EL MAL CONTROL AUMENTA EL GASTO SANITARIO

   Lo cierto es que se puede decir que directamente los efectos no son provocados por la toma de AINE pero indirectamente sí, por eso hay que  denunciar el fácil acceso que la población tiene a estos fármacos, que generalmente sobrepasa los canales sanitarios; y es que no es raro ver a alguien pedir un ibuprofeno en la barra de un bar o entre compañeros en la oficina.

   No lo deberíamos consentir. Si no se acota esta libre disposición en defensa de la salud de la población debería de hacerse, al menos, por el gasto hospitalario que suponen los efectos adversos.

   El pasado noviembre la revista 'The American Journal of Managed Care' cuantificaba el impacto de los efectos adversos causados por estos fármacos a partir de la revisión de estudios y meta-análisis publicados. Así se observó que más de 100.000 pacientes son hospitalizados cada año por complicaciones gastrointestinales relacionadas con el uso de los AINE en Estados Unidos y unas 16.500 personas mueren anualmente de estas complicaciones.

   El coste de los efectos adversos es desconocido se sospecha que pasa de miles de millones. Aunque se han hecho estudios de forma puntual no existe una valoración global, lo es comprensible porque no hay registros de sospecha sobre las patologías que desencadenan los efectos adversos de la toma de antiinflamatorios.


   El estudio estima que el gasto directo asociado con complicaciones gastrointestinales relacionadas con el uso de los AINE se encuentra entre 1.800-8.500 dólares (1.315-6.213 euros) por pacientes y hospitalización; mientras que en la gente mayor, los costes médicos asociados a los mismo eventos superan los 4.000 millones de dólares anuales (casi 3.000 millones); mientras que los costes medios respectivos asociados a un incremento en el riesgo de hospitalización por infarto de miocardio o fallo cardiaco supera los 10.000 euros (7.300 euros).