Imagínate que cuando vas al supermercado a comprar unos
recados, los productos llevasen un etiquetado especial en el que se nos
informara de los kilómetros que necesitaríamos correr para quemar, por ejemplo,
esa pizza que tenemos en la mano a punto de comprar....
¿Surge el mismo efecto conocer el esfuerzo exacto que
tendrías que realizar para conseguir quemar las calorías de ciertos alimentos?
Al parecer, saber cuánto tendrías que correr para gastar el exceso de esas
calorías importa, y mucho.
Una hamburguesa Whopper tiene unas 660 calorías; para quemar
este aporte tendríamos que correr unos 9 kilómetros aproximadamente; pues bien,
según un estudio, éste es el método que se quiere empezar a seguir para
concienciar a la población de lo que significa llevar una alimentación sana.
Según investigadores del Instituto de la Salud Pública, las
calorías que contienen alimentos poco saludables, como son la comida basura o
las bebidas gaseosas, son datos insignificantes "a priori" para la
mayoría de la población, sin embargo, esta nueva propuesta de advertir al
consumidor sobre el ejercicio físico necesario para quemar estas calorías,
parece ser que es bastante revelador.
Según la propia investigadora de este estudio, Sara Bleich: "La gente no termina de entender lo que supone que un
refresco contenga 250 calorías. Lo que nuestro estudio ha encontrado es que
cuando explicas las calorías de una manera más sencilla de entender, como en
cuántos kilómetros andando necesitas para quemarlo, puedes cambiar el
comportamiento de los consumidores".
Esta nueva forma de etiquetar los alimentos podría ser una
buena opción para que incluso los niños, desde que comienzan a hacer los
recados, se acostumbren a consumir una menor cantidad de comida basura y de bebidas
azucaradas. Las etiquetas que muestran información
acerca de la actividad física permiten que las personas puedan apreciar mejor
las ventajas y desventajas de los alimentos altos en calorías, y por lo tanto
influir en ellos para tomar decisiones hacia alimentos con menos calorías. Y
pensamos que etiquetar los alimentos de esta forma puede incluso tener el
beneficio adicional de promover la actividad física.
Siempre que aparezcan ideas o proyectos para concienciar al
consumidor de la elevada cantidad de comida basura o rápida que ingiere, y
propiciar de ese modo una buena alimentación, es un gran paso adelante, sobre
todo si parece que surge tanto efecto como en este caso en concreto. Pero para
realizar este tipo de etiquetados, nos tendríamos que fijar en muchas variables
y tener en cuenta distintos aspectos en función de cada persona.
Es decir, el sexo, la edad, el metabolismo, la velocidad a
la que se realice el ejercicio etc....todas estas variables hacen un poco
complicado el poner un valor exacto que valga para todos (por ejemplo los
kilómetros a correr), en el etiquetado del alimento, aunque sí que es cierto
que nos puede dar una aproximación que por lo menos valdría para orientar al
consumidor.
Algunos ejemplos
Para que todos nos podamos hacer una idea sobre lo que
estamos hablando, os proponemos que echéis un vistazo a algunos ejemplos que os
ponemos en esta tabla y que nos indican el ejercicio físico que deberíamos
hacer, en este caso andando o corriendo, para quemar algunas comidas.
Como ya hemos comentado, va a variar dependiendo de los
parámetros de los que hemos hablado antes, por eso, para hacer estos ejemplos
hemos tomado a un hombre de unos 70kilos con un ritmo de trote moderado, de
unos 8km/h.